Jueves 12 de abril de 2012
por Miguel López y Marcela Rosell
A casi un mes de una lucha que combinó paros, movilizaciones, cortes de ruta y calles contra la Justicia patronal para liberar a los compañeros Maigua y Álvarez, desde el lunes 9 los obreros del Ingenio La Esperanza protagonizan una nueva huelga. Es para imponerle al Grupo Roggio bajo qué condiciones puede continuar a cargo del ingenio azucarero. Es que de la mano de los Kirchner los Roggio arrendaron el ingenio y sus tierras por dos años y, al cumplirse el plazo, la Justicia (a través del juez Herrera) y el gobernador le concedieron una prórroga por un año más.
Los obreros exigen que a Roggio las condiciones para continuar no se las pongan ni los jueces ni el gobierno, sino ellos mismos. Por esto le presentaron un pliego de reivindicaciones que incluye el pago de los 4 días de paro realizado para liberar a Maigua y Álvarez y la nulidad de las causas contra activistas y la dirección sindical; que se termine la persecución, se reincorpore a sus tareas y mantengan los puestos de trabajo de los 80 trabajadores que corren riesgo de despido; que se cumpla con el pase a planta de los 435 jóvenes zafreros - llamados cuartas- firmado ante el Ministerio de Trabajo; que se vayan las tercerizadas y contratistas; cumplimiento de los diez meses de trabajo para los temporarios y la re categorización.
Al cierre de esta edición los compañeros de La Esperanza entraron en el cuarto día de huelga. Superando las provocaciones de un sector de carneros dirigidos por el burócrata Castrillo, con un piquete permanente en el portón, asambleas diarias que unen a los de campo, transporte y fábrica con los jóvenes zafreros y con una olla popular en manos de un núcleo de mujeres que siempre apoyan a sus compañeros e hijos. Vale mencionar que pesa una intimación del fiscal Blanco para que levanten el piquete y permitan el libre ingreso a la fábrica. Los atropellos de Roggio, la detención y procesamiento de activistas y dirigentes y la decisión de Fellner de darle continuidad a la concesión provocó que los trabajadores vuelvan a decir “basta, solo si acatan lo que pedimos pueden seguir, sino que se vayan”.
Hay pleno acuerdo en imponerle la voluntad obrera a la patronal. Pero se abre un debate entre los obreros frente al planteo de “sino acatan estas condiciones, que se vayan”. Unos dicen que venga otro empresario que respete a los trabajadores. A otros los años de experiencia les enseñaron que no se pueden depositar nuestra confianza en los patrones. Tanto los Leach, como los Jorge y Figueroa (a los que se echó en el 99 comenzando una experiencia de control obrero durante dos años), los síndicos Pedano y Cura (también puestos por el PJ) y Benito Roggio se encargaron de superexplotar a los trabajadores, amasando fortunas y embolsillado subsidios sin ninguna inversión sustancial en décadas. Son los responsables de un lento pero constante desguase del Ingenio.
Sobre este debate, la compañera Segundina de la olla popular nos dice: “si Roggio no cumple nuestro pedido, que se vaya como vino. Ellos no vinieron a trabajar. ¿Acaso ellos plantan, riegan, cosechan, muelen la caña, cargan los camiones? Nada de eso. Ellos vinieron a embolsarse la plata. Nosotros podemos manejar la empresa y salir adelante. Sabemos trabajar, y tenemos hijos que son contadores y pueden ayudar. Entre trabajadores no nos vamos a robar.”
Desde el PTS apoyamos con todo a los compañeros del Ingenio La Esperanza, convencidos de que solo con esta lucha vamos a imponerle nuestra voluntad a los explotadores. Hay que rodearlos de solidaridad obrera y popular, para evitar el aislamiento y el desgaste. Que los sindicatos azucareros, estatales, la CTA y la CGT, además de pronunciarse públicamente, convoquen a medidas concretas de apoyo. Si los trabajadores le torcemos el brazo a los Roggio y al gobierno K de Fellner y conquistamos el pliego de reivindicaciones, si dejamos en claro que si no cumplen se tienen que ir y nosotros podemos encargarnos de la administración y el control del Ingenio sobre la base a una estatización, todos los trabajadores estaremos en mejores condiciones para luchar contra los patrones, el gobierno y su Justicia.
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